lunes, 24 de noviembre de 2014

El mensajero del miedo…



La persuasión es clave en las estrategias 
de Marketing Educacional



Cada día somos bombardeados con miles mensajes a través de los medios de comunicación tradicionales o por los canales On Line de las redes sociales de internet. Somos una sociedad hipercomunicada. Vivimos una era, para bien o para mal, de la manipulación de símbolos y de nuestras emociones humanas más fundamentales. Una especie de seducción oculta.

Para esta hipercomunicación el comunicador estratégico debe diseñar mensajes que no solo sean atractivos, sino que además se perciban de manera destacada en este saturado entorno. La gran duda: ¿Nuestro mensaje será percibido? La percepción, es la interpretación de una sensación. Aquello que es captado por los sentidos adquiere un significado y es clasificado en el cerebro. Suele decirse que la sensación es lo que precede a la percepción. El problema es que el destinatario está tan saturado de mensajes que le es difícil aplicar la energía mental necesaria para entender muchas de las comunicaciones que recibe. Apenas se tiene tiempo para pensar en algo antes que le suceda otra. Y algunos estrategas educacionales creen que porque el director de la institución lo vio, todos vieron los mensajes (habitualmente son todos iguales) y lo recordarán.

En la época que todos hacen campañas para captar alumnos, los árboles no dejan ver el bosque. Los jóvenes son bombardeados por cientos de mensajes. ¿Cuáles recordarán?  Las preguntas a hacerse son ¿Cómo hacer más atractiva una institución educacional  a los ojos de un potencial estudiante? ¿Cuál es la manera de persuadir a los jóvenes para llegar a ser elegido?

La persuasión es la capacidad o habilidad para convencer a una persona mediante razones o argumentos emocionales para que piense de una determinada manera o haga cierta cosa. Los mensajes para ser efectivos deben adaptarse para encajar en las creencias previas de los adolescentes. Conectarse con ellos. Con sus deseos y aspiraciones. Comprender sus sentimientos.

Los mensajes son persuasivos cuando la persona lo aprende y lo acepta. Debe verse, entenderse, aprenderse, recordarse y ejercitarse en el comportamiento. Un mensaje persuasivo se aprende y se acepta si hacerlo resulta recompensatorio. Es importante que un mensaje tenga asociación para que vincule el contenido con las experiencias del destinatario y también tiene que ser singular, es decir, característico y diferente.

La persuasión exitosa orienta y canaliza los pensamientos de modo que el target piense de una forma que esté en sintonía con el punto de vista del estratega comunicador; desactivando los pensamientos negativos y fomentando pensamientos positivos acerca del curso de acción propuesto.

Las palabras, las imágenes y las etiquetas pueden utilizarse para persuadir y crear una realidad. La manera de cómo se describe algo y donde se presenta un curso de acción dirige los pensamientos y canaliza las respuestas cognitivas en relación con la comunicación realizada. No podemos decir a los jóvenes “que pensar” pero si sobre “que tienen que pensar”, trazando un mapa en su cabeza. Lo que los ojos ven, la mente lo cree.  Emociones que deben explotarse para obtener los efectos deseados: retención y matrículas.

La excelencia no solo debe estar en las instituciones educacionales sino también en las estrategias. Y muchos “especialistas” en marketing educativo creen  que su trabajo se limita crear contenidos y elegir canales de comunicación y la clave más importante es entrar en la cabeza de los jóvenes para persuadirlos. Y para eso hay que saber. No juegue a hacer avisos, persuada a su mercado.

1 comentario:

Erasmo dijo...

Herman como siempre tus publicaciones hacen gran aporte al tema del Marketing Educativo y es claro que las instituciones deberán ser mas sensibles a la recepción y resultado de sus estrategias de Marketing.

Saludos