lunes, 7 de enero de 2013

Institución educacional pequeña: un colegio, un instituto y hasta una universidad…



Un tema de decisiones DIFERENTES y conceptos CREATIVOS



Muchas veces las personas que asisten a mis seminarios son propietarios de organizaciones académicas pequeñas para quiénes una gran inversión financiera en marketing está lejos de su alcance. Ellos también pueden realizar sus planes estratégicos y no sólo utilizando las redes sociales, que es un muy buen aporte. Lo principal es: pensar con creatividad, intentando sobrepasar con eficacia los obstáculos que le propone el mercado.

Lo primero es lograr que sea una institución identificable que signifique algo para los postulantes o sus padres. Pensar: ¿Cómo ser diferentes? y ser capaz de reflexionar con audacia cuando a alguien se le ocurre una idea novedosa: ¿Y por qué no?. Es decir, pensar que el riesgo forma parte del negocio del marketing educativo. Aunque muchos educadores se “mueren de susto” formados en los conceptos tradicionales de hacer las cosas, aunque la realidad ha demostrado que es más riesgoso hacer lo que hacen todos y terminar cerrando la institución.

Dar a los usuarios lo que quieren, pero guiándolos para hacerles saber lo que quieren, incluso cuando no conocen la institución. Hacerles desear estudiar esa institución en la cual no habían pensado. Más que ofrecer los productos académicos como series distintas sin características en común hay que “vender” un concepto, una idea académica. Es más fuerte. Entregar una visión integrada de todos los componentes de la gestión educativa, interactuando entre ellos y que signifiquen una experiencia para cada usuario.

Por otra parte, el equipo que trabaja en una organización académica no debe tener una actitud mecánica. El desarrollo de   sistemas educativos y estratégico originales debe incluir personal con diversos conocimientos que ayuden a alcanzar diseños académicos eficientes en muchos aspectos. Que piensen en la forma de mejorar y cambiar la comunicación que se entrega.  Pensar diferente alejándose del marketing tradicional entregando una imagen de un concepto académico  creativo, y a la vez, asociado a calidad educacional. Eso impacta. Un ideal que lleve a la innovación. Enganchar a los usuarios a un sentimiento emocional de vínculo con la marca educativa. Ofrecer sueños. No son sus productos académicos lo que desean obtener, sino lo que representan. Quieren identificarse con ellos.

Reitero, las ideas, los conceptos claros, la imaginación, el personal, los servicios, los programas de estudio son lo más importante. Y, lógicamente, audacia para crear estrategias novedosas que lleguen al mercado, Es necesario tener una visión ampliada y con proyección para convertirse en una institución exitosa y rentable. Abarcar nuevos rumbos. Es el punto de partida para lograr la misión de destacar en el mercado y permanecer en él.

No les crean a quiénes sostienen que se necesita mucho dinero para hacer estrategias de marketing educacional, sólo se necesita lo necesario. Lo más importante es la creatividad y para eso sólo requiere imaginación e ingenio. Es más rentable. La mismas personas hablarán de su marca.

Tarea para los dueños y directivos de organizaciones educacionales pequeñas.

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