sábado, 18 de junio de 2011

Envejecimiento de la población chilena: una reflexión

Se proyecta que hacia 2025 la población adulta mayor del país aumente a 16% .


En el último seminario de Marketing Educacional que dicté en Santiago la religiosa Verónica Muñoz, responsable de la Pastoral Adultos del Instituto Hijas de María Auxiliadora planteó un tema bastante interesante: ¿Qué va a pasar con los postulantes y las matrículas de las instituciones educacionales en un país que va camino a una población de gente mayor? Tiene toda la razón con su inquietud y su pregunta fue muy lógica. Habrá menos postulantes a todos los niveles educativos. En un país como el nuestro acostumbrado a mirar en el corto plazo seguramente unos cuántos dirán que falta mucho tiempo y que no hay motivo de preocupación ni ser tan dramáticos.

Chile está viviendo una etapa avanzada de transición al envejecimiento demográfico con más del 11 por ciento de personas sobre los 60 años, de una población de 16 millones de habitantes. Nuestro país atraviesa, junto con Argentina, Cuba y Uruguay, un escenario de transición demográfica avanzada hacia el envejecimiento de su población. Y no es solamente el factor mencionado de creciente envejecimiento sino que también existe una disminución del crecimiento de la población por la menor cantidad de hijos en las familias. Las chilenas están teniendo menos hijos y somos el país latinoamericano que presenta el menor número de descendientes. Por factores relevantes, como la entrada de la mujer al mercado del trabajo, el cada vez menor apoyo de la familia extendida y el cambio de prioridades femenino. Esta situación es consecuencia lógica del desarrollo, significando que las personas viven más y con proyectos personales que privilegian más autonomía.

Se estima que en el 2025, la cifra de los adultos mayores de más de 60 años llegará a los 4 millones de chilenos. Los efectos en la baja de la natalidad y envejecimiento de la población todavía no se hacen sentir en Chile, pero con el tiempo ambos hechos tendrán impactos múltiples en educación, salud, economía y otras áreas de la vida del país. La menor proporción de jóvenes finalmente va a afectar de manera considerable al mercado educacional y también el laboral.

En consecuencia, habrá menos niños para inscribir en los jardines infantiles y también menos jóvenes para postular a la enseñanza media y superior. Las instituciones académicas deberían comenzar a mirar otros caminos estratégicos como, por ejemplo, captar mayor mercado de estudiantes de otros países hacia Chile, como algunas organizaciones ya lo hacen, o proyectar su expansión hacia el extranjero.

No lo olvide. La proporción de personas mayores de 60 años se triplicará hasta el 2050 y el mercado educacional chileno se comenzará a contraer a medida que pasan los años. Buena pregunta me hicieron.

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